¿Cuántas horas pasas sentado al día? Posiblemente tu respuesta sea ‘muchas’. Sin embargo, no siempre le damos la suficiente importancia a cómo permanecer sentado de forma prolongada en una postura, por lo general, estática también puede ocasionar ciertos problemas para la salud.
Comparado con la forma de trabajar de hace décadas es evidente que el trabajo se ha ido ‘sedentarizando’. De un modelo de trabajo donde lo que primaba era la carga física del trabajador, el hecho de que se fuera incorporando mejoras técnicas en los procesos productivos fue cambiando el rol del trabajador hacia un desempeño del trabajo donde la carga física es mucho menor. Obviamente esto no quiere decir que ya no existan trabajos donde el trabajador no sufra una importante carga física (sobre-esfuerzos, manejo de cargas, posturas forzadas, bipedestación…) pero no se debe caer en el error de pensar que mantener la postura de sentado es una postura cómoda y que no conlleva ningún tipo de afección a la salud.
Pero antes de nada, ¿de qué estamos hablando?
Permanecer sentado durante periodos prolongados puede definirse como estar sentado durante dos horas o más seguidas. Esta posición tiene tres características principales: bajo gasto energético; cuerpo en postura sedente; carga estática (esfuerzo físico para mantener la misma posición).
Solamente por aportar algunos datos cabe destacar que, según la encuesta de Eurostat de 2017, el 39 % de la población laboral de la UE realiza su trabajo sentado. Por otro lado, la encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (ESENER) de 2019, refleja que el tercer factor de riesgo notificado con mayor frecuencia en la EU-27 (el 61 % de las empresas) es la posición sedente durante periodos prolongados. Como podemos apreciar, no es un tema baladí ni que no se encuentre extendido.
Aunque el puesto de trabajo más evidente y que suele estar asociado a pasar más tiempo sentado es el de personal de oficina no hay que obviar otro tipo de trabajos que también suponen permanecer sentados durante muchas horas, por ejemplo, conductores, pilotos, operadores de grúas, operadores de maquinaria, líneas de montaje, puestos de atención al usuario (call center) o personal de laboratorio, por citar algunos.
Tampoco hay que olvidar uno de los grandes cambios surgidos a raíz de la pandemia, el teletrabajo como modalidad de trabajo ya muy extendida. Es muy común conversar con personas que teletrabajan y escucharles decir que permanecen sentados más tiempo de forma continuada que en la oficina y que ni siquiera se levantan para estirar las piernas. Sin duda, es un factor de riesgo que es necesario incluir en la ecuación de la prevención de riesgos laborales.
Por otro lado, el hecho de permanecer sentado durante periodos prolongados es un problema añadido para aquellos trabajadores que cuentan con algún tipo de patología crónica, como dolor de espalda o enfermedades reumáticas, agravando estas dolencias.
Teniendo en cuenta esto, es necesario que las empresas cuenten con una política de envejecimiento activo debido al aumento del sedentarismo en el trabajo y al retraso de la edad oficial de jubilación, por ello los trabajadores pueden tener una mayor exposición al trabajo sedentario durante su a lo largo de su vida en comparación con las generaciones anteriores. Evitar permanecer sentado durante mucho tiempo es fundamental para trabajar de manera saludable y llegar con una salud óptima a la edad de jubilación.
¿Qué efectos tiene para la salud?
Los efectos para la salud que se han relacionado con permanecer sentado durante mucho tiempo incluyen: lumbalgia, molestias en cuello y hombros, diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares (por la falta de actividad física), obesidad, incluso el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, en particular de mama y de colon.
¿Qué mejoras se pueden poner en marcha?
Visto todo lo anterior, es evidente la importancia de poner en marcha acciones que, de una forma u otra, reduzcan el tiempo que el trabajador permanece sentado durante demasiado tiempo. El objetivo general es promover un estilo de trabajo dinámico y activo: moverse más y sentarse menos, dando la posibilidad al trabajador de adoptar diversas posiciones durante su trabajo y, preferiblemente, variar entre estar sentados, de pie y moviéndose, garantizando a su vez una correcta ergonomía en el lugar de trabajo y la participación de las personas, así como incluir medidas específicas para limitar el tiempo en que se permanece sentado y promover el movimiento en el trabajo.
Entre otras actuaciones, pueden llevarse a cabo las siguientes:
- Proporcionar un puesto de trabajo ergonómico adecuado y condiciones idóneas en el entorno, entre otras, silla, taburete, mesa y asiento para conducir apropiados. La capacidad de ajuste es importante para permitir el cambio postural y un trabajo cómodo, p. ej., mediante sillas graduables que también facilitan la postura sedente dinámica, una altura ajustable del puesto de trabajo, puestos de trabajo que permitan trabajar sentado y de pie, y cabinas que puedan girar.
- Organizar el trabajo de modo que se limite el tiempo en que se está sentado y se fomente el movimiento: equilibrar las tareas que deben realizarse y ofrecer posibilidades de trabajo activo, rotación de tareas, enriquecimiento del trabajo, mini descansos y opciones de control individual.
- Facilitar que los trabajadores tengan suficiente control sobre su trabajo de modo que puedan alterar su forma de trabajar y tomarse un descanso cuando sea necesario.
- Organizar el entorno y la cultura de trabajo de tal forma que se promueva el movimiento. Por ejemplo, colocar papeleras e impresoras en una zona común y programar tiempo para estirar los músculos durante las reuniones.
- Fomentar y promover la actividad física en la vida personal del trabajador, subvencionando parte de la cuota de un gimnasio, participación en carreras o con talleres de estiramientos en las propias instalaciones de la empresa. La empresa también puede organizar retos entre los trabajadores a modo de gamificación como por ejemplo, el número de pasos dados o el número de kilómetros realizado.
El daño que provoca a la salud permanecer demasiado tiempo sentados durante la jornada laboral hace necesario buscar soluciones que faciliten buenas condiciones ergonómicas; que propicie la alternancia de posturas y, en general, reducir el sedentarismo. De esta forma podremos prevenir muchos trastornos músculo-esqueléticos, los cuales son responsables de gran parte del absentismo y motivos de incapacidad. Y siempre tengamos en mente que la mejor postura es la siguiente!
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