Desde todos los ámbitos se confirma: la pandemia ha mostrado la cara oculta de las relaciones de trabajo y la necesidad de integrar la calidad de la salud y de las relaciones en los planes de desarrollo de los Recursos Humanos en todos los puestos de trabajo.
El elemento que unifica todas las acciones es el compromiso de la Alta Dirección, manifestada y demostrada en el interés directo por responder a las necesidades de su personal, tanto dentro como fuera de la empresa, es decir, atendiendo a los elementos de contexto interno y externo que rodean a la organización.
De esta manera, se cumplen los objetivos de los valores y cultura organizativa más allá del valor económico y los costes de producción, porque estaremos asistiendo al fortalecimiento de un sistema de gestión que cada vez gana más terreno: la empresa saludable.
Y ello será posible si se da respuesta a los riesgos psicosociales y se integran planes de acción en los SGE desde la ética corporativa y respetando los derechos de todos los miembros de la organización. Es decir, aplicando planes de RSC y debida diligencia.
Qué son los riesgos psicosociales del trabajo
El Comité Mixto OIT/OMS en 1984 definió el factor de riesgo psicosocial como “aquellas condiciones presentes en una situación de trabajo, relacionadas con la organización, el contenido y la realización del trabajo susceptibles de afectar tanto al bienestar y la salud (física, psíquica o social) de los trabajadores como al desarrollo del trabajo”.
Es decir, todas aquellas situaciones en la organización del trabajo y la ejecución de tareas que alteran negativamente la actitud y la conducta de las personas por trastornos en la interacción con el contexto laboral y las demás personas que forman parte de dicho contexto. El trabajador siente que el trabajo no satisface sus necesidades y expectativas, lo que provoca estrés, ansiedad, depresión y otro tipo de enfermedades como cardiovasculares, digestivas o traumatológicas.
La NTP 926 (Nota Técnica de Prevención) del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en en el Trabajo (INSST) “Factores psicosociales: metodología de evaluación”, nos habla del método F-Psico que ofrece información sobre 9 factores de riesgos psicosociales: tiempo de trabajo, autonomía, demandas psicológicas, variedad/contenido, participación/supervisión, interés por el trabajador/compensación, desempeño de rol y por último relaciones y apoyo social.
Empresas que tienen un sistema de gestión saludable y con una cultura de ética, sostenibilidad y responsabilidad social han conseguido implantar planes que minimizan e incluso hacen desaparecer estos riesgos.
La empresa saludable.
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en en el Trabajo (INSST), la empresa saludable se basa en gestionar la salud de los trabajadores desde un enfoque integral e integrado, así como considerar la salud en todas las políticas de la empresa. Estos dos factores permiten incluir los riesgos psicosociales como elementos a tener en cuenta en las empresas saludables.
Por otro lado, la OMS define un entorno saludable de trabajo como “aquel entorno en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad del ambiente de trabajo en base a…la salud, la seguridad y el bienestar concernientes al medio psicosocial del trabajo incluyendo la organización del mismo y la cultura del ambiente de trabajo …. Y las formas en que la comunidad busca mejor la salud de los trabajadores, sus familias y de otros miembros de la comunidad”.
En un sistema de gestión empresarial basado en la seguridad y la salud de los trabajadores, el PDCA se convierte en la herramienta que permite la transversalidad al dar solución a cada uno de los factores de riesgo indicados en la NTP 926. Porque para hablar de empresas saludables, tenemos que partir del hecho de que son empresas que cumplen con las medidas de PRL, de la misma manera que la Responsabilidad Social Corporativa va más allá del cumplimiento de la legalidad.
La Responsabilidad Social Corporativa.
Una empresa comprometida instaura en su sistema de gestión una política de prevención de riesgos psicosociales en el ámbito de las relaciones, de las emociones, del comportamiento y de las actitudes que afectan a la comunicación, a la ejecución y a la consecución de logros personales y profesionales.
Instaurar en el sistema de mejora continua y Ciclo de Deming criterios de RSC en las políticas de personal y de RRHH implica actuar, transmitir y exigir conforme a unos valores y una cultura que mira más allá de la cuenta de resultados.
Para que el sistema funcione, ante todo hay que tener claro cuál es la situación, en qué hay que mejorar, de qué recursos se dispone, qué objetivos se quiere conseguir y sobretodo, con qué finalidad. Preguntas que habrá que formular inicialmente de forma genérica para luego concretar por parámetro y factor a valorar y medir, siempre teniendo como referencia lo aportado en la NTP.
A partir de aquí se puede desarrollar un DAFO de los aspectos más debilitados en los factores de riesgo y sobre ellos seguir las pautas que marquen los indicadores de RSC que la empresa tome como referencia, en especial sobre el GRI.
Si la Alta dirección no se cree lo que hace, difícilmente logrará que los trabajadores pongan en marcha los diferentes programas de salud, y pasarán por alto los valores de la organización.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de los grupos de interés o partes interesadas directamente relacionadas con la actividad de la organización, las cuales deberán seguir los criterios de la organización para poder mantener sus transacciones. Y es que no hay mejor ejemplo que el que se practica.
Por último, desde la Debida Diligencia dos derechos fundamentales internacionalmente reconocidos es el Derecho a la Salud y el Derecho al Trabajo. Y con ello, el derecho a evitar los riesgos psicosociales. Algo a tener en cuenta en los SGE.
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